“El sector de gas natural enfrenta una crisis de abastecimiento sin precedentes en
la historia nacional. Desde 1998, la oferta de gas no se había reducido al punto de
no disponer con cantidades de gas en firme para el 100 % del sector residencial,
comercial, la industria, el sector de transporte (GNV) y hasta para las mismas
refinerías del país” (Declaraciones de EPM para el Periódico El Tiempo,
24/09/2023).
Veamos aspectos de la crisis. En primer lugar las obras no ejecutadas del Plan de
Abastecimiento de Gas, tales como la planta regasificadora del Pacífico (planta
para importación de gas natural licuado) que ha sido declarada desierta en dos
ocasiones, a lo que suma la insuficiencia de infraestructura de transporte para el
gas de la región Caribe hacia el interior del país.
En segundo lugar, la denominada “fractura de campos” de un productor en
Córdoba, a finales de 2023, que eliminó el 7,6 % de la oferta de gas en el país.
En tercer lugar, Canacol Energy decidió renunciar a la construcción de un
gasoducto para el transporte de gas natural desde el Departamento de Córdoba
hacia Medellín (el denominado Gasoducto Jobo-Medellín), el cual se venía
planeando desde hace varios años.
Por último, la incertidumbre en materia de política pública por parte del actual
Gobierno Nacional para adjudicar nuevos contratos de exploración y explotación
de gas, a lo que se adiciona la prohibición de la fracturación hidráulica para el
aprovechamiento de este valioso recurso nacional.
Para Antioquia la crisis del gas natural es de externa gravedad, ya que EPM no ha
logrado concretar los contratos de gas natural para atender la demanda de sus
usuarios durante el corriente año. Para el mercado atendido por EPM en sus más
de 1’450.000 usuarios, el faltante por contratar asciende al 30 % de la demanda,
equivalente a 17 GBTUD (incluye demanda esencial, comercio, pequeña industria
regulada y gran industria). En otras palabras, para el corriente año EPM sólo tiene
asegurado el 70 % de su demanda de gas; para 2026 el faltante de contratos de
abastecimiento será mucho mayor.
Proyecto de gasificación de los antioqueños
Durante la Asamblea Ordinaria de la SAI, celebrada el día 3 del corriente mes de
marzo, el ingeniero Diego Humberto Montoya, vicepresidente Negocio Gas de
EPM, presentó un panorama de la situación energética del país, oportunidad que
este columnista aprovechó para insistir sobre la gasificación de los carbones
antioqueños, un proyecto que ha estado investigando la Facultad de Minas, en
asocio con las universidades UPB y UdeA.
A continuación, un resumen del referido proyecto.
La gasificación es un proceso que convierte el carbón en gas, denominado gas de
síntesis, utilizable como combustible para la generación eléctrica, para uso directo
en generación de calor para la industria y para el consumo doméstico, o como
materia prima para la producción de materiales carboquímicos (equivalentes a los
petroquímicos), fertilizantes, combustibles líquidos e hidrógeno. El proceso de
gasificación consiste en hacer pasar vapor de agua y oxígeno a altas temperaturas
y presiones, a través de carbón pulverizado, obteniendo como resultado monóxido
carbónico e hidrógeno. Mediante la adición de catalizadores, durante el proceso
de gasificación se puede generar metano sintético, producto equivalente al gas
natural.
El Grupo de Investigación en Carbones e Hidrocarburos no Convencionales de la
Facultad de Minas Universidad Nacional-Sede Medellín ha avanzado en la
preparación de un proyecto de gasificación de los carbones de la cuenca del
Sinifaná, localizada al suroeste del valle de Aburrá, mediante procesos de
combustión limpia (bajas emisiones de CO 2 ). La gasificación de los carbones de la
cuenca del Sinifaná podría atender parte de la demanda energética de las
empresas que actualmente dependen del gas natural en el Valle de Aburrá, así
como en el parque industrial que se está desarrollando en el municipio de Amagá
(primer productor de carbón en el Departamento de Antioquia). Adicionalmente, se
estudiaría la posibilidad de suministrar metano sintético para el consumo
doméstico en el suroeste antioqueño.
El gas de carbón se produciría por procesos de combustión limpia y posterior
metanación, en una planta gasificadora localizada a unos 40 km al suroeste del
valle de Aburrá y mediante un gasoducto, por construir, conectaría el gas de
carbón metanizado con una estación de entrada (city gate), localizada en el sur del
valle de Aburrá, donde se concentra gran parte de la industria antioqueña. En esta
forma, no sólo se abarataría el gas natural proveniente de la Región Caribe que
consume la industria antioqueña y los hogares en el valle de Aburrá, sino que
liberaría un volumen importante del energético para el suroccidente colombiano.
Hasta agosto de 2021 el proyecto de gasificación y metanación de la Facultad de
Minas y asociados había avanzado hasta lograr disponer, a nivel de planta piloto,
de un gasificador de lecho fluidizado a alta presión de gas de síntesis, con miras,
en principio, a llegar a producir industrialmente gas metano sintético. Para este
propósito se han dimensionado, simulado y diseñado los equipos de cracking,
filtración, desulfuración y metanación. La etapa siguiente requiere investigación
adicional para reducir emisiones de CO 2 en el proceso de combustión del carbón y
del sistema de metanación del gas de síntesis. Adicionalmente, se hará un estudio
de disponibilidad de suministro de carbones, provenientes de la minería existente
en los municipios de Amagá y Tiritiribi, para atender la demanda, en una primera
etapa, de la futura planta de producción de metano sintético y de su localización
más conveniente. Se incluirá también un estudio de las reservas de carbón,
todavía no explotadas, existentes en los municipios de Venecia y Fredonia. El
estudio podría avanzar, de contar con la financiación requerida, hasta una
evaluación de costos de la producción del metano sintético para diferentes escalas
de producción de la futura planta.
La Facultad Nacional de Minas, mi Alma Mater, está en capacidad de adelantar un
estudio de factibilidad técnico-económico y ambiental del proyecto de gasificación
y metanización de carbones, que está en mora de recibir apoyos de los gobiernos
departamental y nacional y del sector privado, pero sobre todo de EPM.
Esperamos que la actual gerencia de EPM acoja este interesante proyecto
investigativo, que a no dudarlo contribuirá a reducir los impactos que la crisis del
gas natural amenaza al país, en especial a sus usuarios en el valle de Aburrá y
municipios vecinos.
Por: José Hilario López