Artículo adaptado por Bernardo Vieco Q., de una traducción realizada por Pedro Salvá M., del report of the Construction Task Force. DETR, London, 1998, ISBN 1 85112 094 7.
Introducción
Los problemas relacionados con el subsuelo son en gran parte responsables de incrementos en el tiempo y en los costos no presupuestados, en toda clase de proyectos. Sin embargo, contrariamente a una reducción de esta situación previsible, en los últimos años los problemas han venido apareciendo de manera creciente.
¿Por qué están ocurriendo estos problemas? Si desde el año 2010 se promulgó un código nuevo de construcción en Colombia la norma NSR-10, hay más ingenieros de suelos, se supone que tenemos más experiencia, mejores conocimientos del subsuelo, mapas geológicos actualizados y los constructores de hace 15 o 20 años son en su mayoría los mismos de ahora.
¿Acaso no se ha capitalizado la experiencia? ¿O es que a medida que avanzamos nos estamos volviendo menos cuidadosos o más arriesgados? ¿O nos volvimos más malos los ingenieros geotécnicos, los diseñadores o los constructores? El panorama no parece ser el más alentador.
Los constructores son capaces de predecir con alto grado de seguridad, el costo y el tiempo de una obra de la superficie hacia arriba, saben cuanto cuestan el concreto, hierro, instalaciones básicas y elementos complementarios como ventanas, puertas etc., que tiene un proyecto. Sin embargo, existe una actividad difícilmente cuantificable en costo y en tiempo como es la infraestructura: excavaciones para adecuación del terreno, sótanos y fundaciones, con sus problemas asociados, y es la geotecnia, una actividad en gran parte la responsable directa de un sinnúmero de problemas en las obras.
Todos estos interrogantes nos deben llevar a una reflexión muy seria sobre las causas y posibles soluciones, pues con el bajo margen de maniobra y rentabilidad de los proyectos, un extracosto imprevisto puede significar la ruina en un proyecto aparentemente exitoso.
En este artículo vamos a explorar las posibles fuentes de errores geotécnicos en las obras-. Las respuestas pasan por varios aspectos como un inadecuados ejercicio y comprensión de la Ingeniería Geotécnica, la mala práctica de cambiar de tamaño de los desafíos, sin cambiar la escala de las investigaciones y los sistemas constructivos (construcciones más altas, excavaciones más profundas, terrenos más difíciles, etc.).
La respuesta también pasa desde un inadecuado manejo del manejo del riesgo y la vulnerabilidad de las obras, hasta la una actitud equivocada del personal técnico y directivo de las obras hacia el proyecto, tratando de buscar economías en los costos directos, buscando equivocadamente siempre la alternativa de menor costo directo en lugar de la más conveniente y de una actitud superficial y simple en el desarrollo de los proyectos, sin pensar en los costos de la imprevisión, del poco conocimiento de las incertidumbres relacionadas con el subsuelo y el manejo de los riesgos asociados.
En este artículo, se exponen brevemente estos aspectos, se hacen algunos comentarios sobre el manejo del riesgo geotécnico en construcción y se anotan algunas conclusiones, que creemos nos deben llevar a un compromiso de reflexión y cambio de actitud en lo que parece ser la fuente de un permanente conflicto y origen de gran parte de los fracasos económicos de algunas obras, para comprender las consecuencias de los errores en Geotecnia.
Comprensión del Ejercicio de la Geotecnia:
Diferencia de la Geotecnia con Otras Ramas de la Ingeniería
Existe una mala percepción del ejercicio de la geotecnia en nuestro medio, debido a la actitud determinística de la formación de ingenieros y constructores, y en general los comerciantes. Mientras los ingenieros de diseño trabajan con materiales de calidad controlada, fabricados con muy poco margen de variación, (Por ejemplo: el ingeniero estructural, define las resistencias de hierro y del concreto para realizar su diseño), el ingeniero de suelos, “debe intuir o interpretar” con que materiales va a trabajar, para calcular que resistencia tienen.
En otras palabras: la educación típica de los ingenieros los lleva a tener la ilusión de que cada cosa relacionada con la ingeniería debería y puede ser calculada con base en unos valores asumidos “a priori”. En geotecnia, por el contrario, estas propiedades son conocidas “a posteriori”. Es decir que el proceso mental que debe aplicar el ingeniero geotécnico es completamente inverso al de los otros ingenieros de diseño.
Los materiales prefabricados con los cuales se trabaja en la ingeniería de diseño presentan una desviación estándar menor del 5% del valor especificado, mientras que los materiales con los que trabaja en ingeniero de suelos son altamente variables, las capas del terreno varían con la profundidad, varían horizontalmente y varían en el tiempo. Además, son altamente susceptibles de afectarse por fenómenos externos, épocas de lluvias, circulaciones de agua, cambios de humedad, excavaciones o rellenos en áreas vecinas etc.
Por esta razón, los factores de seguridad en geotecnia son diferentes, en geotecnia se le debe dar más importancia a la deformación que a la resistencia y se tienen más fuentes de incertidumbre.
Si a esto le sumamos que los suelos pueden tener orígenes muy diferentes con comportamientos asociados diferentes, se concluye que una exploración del subsuelo y las recomendaciones que se deriven de esta exploración, no pasan de ser una buena o mala aproximación a la realidad geotécnica.
Aunque la ingeniería geotécnica está ahora bien desarrollada y se dispone de poderosas herramientas de análisis, la aproximación de muchas rutinas de cálculo permanece todavía muy pobre, pues en su gran mayoría se basa en procedimientos empíricos y datos aproximados con amplios márgenes de variación.
La mayoría de los ingenieros, incluyendo algunos ingenieros geotécnicos, continúan pensando que el ejercicio de la geotecnia es similar al cálculo estructural. Se limitan a obtener unos parámetros de cálculo derivados de unas perforaciones con ensayos de campo simplificados o ensayos de laboratorio o de correlaciones empíricas, para aplicarlos a unos métodos aproximados sin pensar en los estados límites o en los posibles mecanismos de falla.
Por ejemplo, la capacidad de soporte de un suelo sobre el que apoyamos una fundación determinada no es única, depende de la tolerancia de esta estructura a los asentamientos totales y diferenciales, por lo tanto, no es una función exclusiva del suelo, sino del sistema suelo-estructura.
No tienen la misma tolerancia a los asentamientos diferenciales una estructura en columnas y vigas en concreto, que una estructura metálica o de madera y por lo tanto las capacidades de soporte aplicables al mismo suelo, son diferentes dependiendo de su tolerancia.
Por lo tanto, debe existir una clara comprensión del ejercicio del diseño geotécnico con relación a los de otras disciplinas de la ingeniería, sin que implique una evasión de las responsabilidades del ingeniero de suelos.
Relaciones de la Obra con el Ingeniero de Suelos
Existe una relación poco entendida entre el ingeniero de suelos y la obra. Mientras que muchos ingenieros consideran el estudio geotécnico como una labor de consultoría, algunos constructores lo entienden más como una labor de asesoría. Este aspecto de la asesoría en muchas ocasiones excede los términos del convenio contractual, y rara vez, los ingenieros de la obra, conocen los términos del contrato y el alcance de la negociación de los honorarios del ingeniero de suelos.
Se cree entonces, que el estudio de suelos no solamente incluye las recomendaciones, sino también una asesoría, casi permanente y a discreción del residente o del maestro durante la construcción de la obra. El tiempo de esta asesoría es función inversa a la preparación, capacitación o idoneidad del encargado de la obra y se extiende por un tiempo, que no depende del problema sino de la capacidad técnica del residente. En otras ocasiones, el proceso es inverso, en ningún momento se solicita la visita o la verificación del ingeniero de suelos.
El alcance y compromiso del ingeniero de suelos con la obra, debe definirse con claridad previamente a la iniciación de los trabajos, en propuesta económica del ingeniero consultor o en las recomendaciones del informe de suelos, dependiendo de las características del subsuelo, del proyecto y del tiempo que tarde el desarrollo del proyecto.
Otros aspectos que deben conocerse con anterioridad a la ejecución de un estudio de suelos son las características finales del proyecto a construir, topografía, niveles de excavación, llenos y situación de las construcciones y predios vecinos.
De todas maneras, debe entenderse que el contrato del ingeniero de suelos cuando realiza un estudio de suelos es un contrato de medios y no de resultados. En otras palabras, el ingeniero de suelos es un consultor-asesor externo, quien pone todos los medios a su alcance de acuerdo con su capacidad profesional para que la construcción se implante en el terreno de la mejor forma posible, pero en ningún caso está obligado a la obtención de un resultado, máxime si en la ejecución intervienen una serie de terceros sobre las cuales el ingeniero geotécnico no tiene autoridad, ni facultades de dirección en la obra, ni actúa como inversionista o parte del grupo económico que busca beneficios con la obra.
Adicionalmente, por las incertidumbres asociadas a sus propias características, el subsuelo como material de construcción (el suelo es vicioso por naturaleza, dicen algunos abogados), es decir que el suelo naturalmente presenta variaciones en sus características técnicas tanto en sentido horizontal como vertical y cambia con el tiempo meteorológico, ante el cual, el ingeniero geotécnico pone, como se anotó anteriormente, todos los medios a su alcance para que todo salga bien, en forma análoga al médico que pone todos los medios a su alcance para aliviar el paciente o el abogado para ganar un pleito.
Por estas variaciones propias del subsuelo, es más importante asesoría constructiva y la presencia del ingeniero de suelos en la obra durante la construcción de la infraestructura, que el mismo informe de suelos. Por esta razón este aspecto se debe clarificar previamente a la iniciación de la obra, debe ser una labor remunerada y en consecuencia con obligatoriedad de ambas partes.
Confiabilidad y Limitaciones de la Exploración Geotécnica
La exploración del subsuelo se realiza tradicionalmente con perforaciones, sondeos, apiques, trincheras etc., cuya área no alcanza ni una millonésima parte del área ocupada por el proyecto. Una vez realizada la exploración, se hace una descripción de las capas encontradas, sus espesores y se seleccionan muestras para ensayos de laboratorio de suelos.
A partir de esta información se realiza una reconstrucción idealizada de las capas del subsuelo (interpretación personal del ingeniero) y de su posible comportamiento, a partir de ensayos de resistencia de campo y laboratorio cuyos resultados son altamente variables. A partir de esta interpretación, se adoptan parámetros de cálculo muchos de los cuales se obtienen de correlaciones empíricas, a partir de experiencias, libros o publicaciones, para calcular la resistencia y las deformaciones, además, esos parámetros tienen rangos muy amplios de variación.
Lógicamente que existen terrenos con mayor o menor rango de variabilidad en sus propiedades. Formaciones originadas en depósitos lacustres, con procesos de sedimentación lenta y horizontal, llevan a esperar capas horizontales y con variaciones moderadas en sus propiedades mecánicas. Por el contrario, suelos originados en avalanchas de montaña, contactos fallados entre formaciones de rocas diferentes, en zonas de pendiente pronunciada y con circulaciones de agua, generan unas condiciones de alta variabilidad en su comportamiento mecánico.
Resulta obvio, que cada caso, la investigación geotécnica y el manejo del subsuelo para cada proyecto, debe ser diferente. En el segundo caso, se requieren más puntos de exploración y en algunos casos, del apoyo de un geólogo y mayor presencia del ingeniero en la obra para interpretar las variaciones observadas durante la construcción.
En unos casos de debe alcanzar mayor profundidad para determinar con certeza el posible comportamiento a mayor profundidad, y en otros a un mayor número de sondeos, para determinar las variaciones horizontales de los suelos afectados por el proyecto. El cumplimiento de la Normativa vigente solamente establece unas condiciones mínimas, pero no eximen al ingeniero geotécnico de modificar la exploración dependiendo de las condiciones encontradas en el terreno.
El ensayo SPT: Existe un abuso generalizado del ensayo de penetración norma conocido como SPT (Standard Penetration Test). Este ensayo lo desarrolló el fundador de la mecánica de suelos Carlos Terzaghi, cuando estaba trabajando en una represa en donde el muestreo de suelos era muy difícil por tratarse a arenas sin cohesión que se derrumbaban muy fácilmente y no permitían la ejecución de exploraciones directas con pozos o apiques.
El ensayo consistió en “hincar un tubo muestreador a golpes dejando caer en caída libre de una masa desde una altura constante”. Fue una solución magistral de obra, sin embargo, con el paso del tiempo, este ensayo se volvió muy popular y se normalizó la altura, el peso de la masa, incluyéndolo en literatura como uno de los ensayos de suelo en el campo por su facilidad de ejecución y su mínimo costo.
En la actualidad, se presta poca atención a sus condiciones de ejecución, como no respetar la altura de caída de la pesa que en la mayoría de los casos se hace manualmente, permitir que el muestreador avance venciendo la fricción de toda la tubería en la parte de atrás, no aplicar factores de corrección por estas imperfecciones del ensayo, etc.
Con la divulgación de este ensayo, se han elaborado toda clase de correlaciones y hoy en día, muchos ingenieros geotécnicos, lo usan indiscriminadamente para todo tipo de suelos, cuando en realidad solamente sería aplicable para suelos arenosos. Con los resultados del ensayo se hacen correlaciones para todo la habido y por haber, con graves riesgos cuando se aplica en suelos plásticos arcillosos. Esa práctica indiscriminada puede tener resultados funestos para una obra.
No hay duda de que el ensayo SPT, tiene muchas aplicaciones y es una ayuda invaluable para conocer las condicione de un terreno, pero se debe utilizar con demasiada prudencia, complementado con otros ensayos y no es aplicable en forma universal para toda clase se situaciones y todo tipo de suelos.
Otros ensayos de campo: en los últimos años ha tomado mucha fuerza la ejecución de ensayos directos en el terreno, como penetraciones estáticas o dinámicas, el uso de la geofísica con medición de velocidades de onda de corte o transmisión de impulsos eléctricos, ensayos de carga directa, etc.
Se han establecido correlaciones de propiedades del suelo con los resultados de estos ensayos, y constituyen un apoyo importante para adoptar valores los más ajustados posibles condiciones del suelo en el sitio y a la profundidad donde se realiza el ensayo, sin las perturbaciones que sufre la muestra desde su obtención, cambio de estado de esfuerzos al sacarla a la superficie, transporte, etc., representando más fielmente los parámetros de resistencia y deformación, que en esencia son las características de propias del suelo que gobiernan su comportamiento.
Incertidumbre de los Métodos de Cálculo
Aunque la ingeniería de fundaciones (suelos y mecánica de rocas) está ahora bien desarrollada, la aproximación de muchas rutinas de cálculo relacionadas con el subsuelo permanece todavía muy pobre, pues en su gran mayoría se basa en procedimientos empíricos y datos aproximados con amplios rangos de variación.
En geotecnia existen en general muchos métodos de cálculo, basados en experiencias y con coeficientes empíricos. Para el cálculo de la capacidad de soporte, por ejemplo, existen más de 20 procedimientos diferentes, entre formulas, coeficientes, correcciones etc., propuestos por diferentes autores, y con resultados diferentes. Igualmente ocurre con otros temas como el cálculo de asentamientos, empujes sobre estructuras de contención, estabilidad de taludes etc.
Hay muchos ejemplos en la literatura. En muchos sitios del mundo, en congresos internacionales o eventos en universidades, son frecuentes las competencias sobre cálculos en la predicción de capacidad de carga de un pilote, que se ensaya a la falla en el evento.
La figura siguiente muestra los resultados de predicciones de capacidad de carga en un pilote (en toneladas) en una competencia en Inglaterra, en donde se construyó un pilote y se convocó a un concurso para predecir la capacidad a la falla, mediante un ensayo de carga durante un congreso de geotecnia.
Para el cálculo de asentamientos la dispersión es aún mayor, lo mismo que para el cálculo de Factores de Seguridad en estabilidad de taludes.
A pesar de los métodos sofisticados de cálculo, no se debe olvidar que los insumos básicos para un cálculo en Geotecnia parten de valores de propiedades del suelo que son altamente variables, por lo tanto, no se pueden esperar precisión de un cálculo por sofisticado que sea, si se viene de parámetros inciertos.
Es frecuente ver informes hasta con 3 decimales en una recomendación de suelos, lo que se considera totalmente inapropiado. En realidad, los valores que se obtienen en el cálculo no dejen de ser una buena aproximación al rango de variación de los resultados.
Instrumentación y Seguimiento del Comportamiento
Otro aspecto fundamental en la investigación geotécnica y en la confiabilidad de las recomendaciones, lo constituye la instrumentación de las construcciones, pues su comportamiento permite ajustar los módulos de resistencia y compresibilidad a condiciones reales. La instrumentación más importante, lo constituyen los controles de asentamiento de la estructura, la medición de la deformación horizontal (Inclinómetros y clinómetros), piezómetros y celdas de carga.
La lectura y procesamiento de la información de una obra, permite obtener una invaluable información sobre el comportamiento real de los diseños, y retroalimentar las hipótesis de diseño, como aplicación en sectores de la misma conformación geotécnica y geológica.
Debido al considerable rango de incertidumbres del suelo, es relativamente fácil para un ingeniero inexperto, no especialista o falto de malicia, aun empleando procedimientos de rutina, equivocarse en reconocer un mecanismo de falla crítico, que puede arriesgar cualquier viabilidad financiera o la salud y seguridad del proyecto.
Es totalmente importante conocer y definir lo que el profesor Adolfo Zeevaert (México 1914 – 2010), dice: lo primero y más importante para abordar un problema geotécnico, es conocer el Mecanismo de Falla, por dónde y cómo puede fallar el macizo del suelo en estudio. “Si este mecanismo no está previsto, no puede estar previsto en los diseños y por esta razón ocurren tan a menudo problemas relacionados con el suelo. Este tipo de error tendrá un efecto desproporcionado sobre el costo y terminación de cualquier proyecto”.
Desde el Punto de Vista General
En general, los costos de reparación debidos a un problema geotécnico imprevisto en una obra tienen un alto valor económico en término de costo directo y tiempos de entrega, que inciden directamente en el estimativo de pérdidas o ganancias de un proyecto, conocido como el Py G. Algunos constructores que han tenido que afrontar estos problemas, informan que los costos de una reparación por problemas geotécnicos, puede alcanzar un valor entre 10 y 20 veces el costo de haberlo construido correctamente.
Con la presión creciente de los dueños de las obras de “gastar” (?) menos dinero en investigación del subsuelo, pues la consideran una preinversión poco productiva, se están incrementando los riesgos de imprevistos en la construcción por desconocimiento de posibles fuentes de problemas o sobre diseños excesivamente costosos.
Por otro lado, resulta innecesario invertir una suma exagerada en exploración del subsuelo, si no se tienen claramente identificados los posibles problemas, las fuentes de incertidumbre y los mecanismos de falla, a los cuales de debe dirigir la atención del ingeniero geotécnico, en lugar de un número innecesario de perforaciones o ensayos de laboratorio para cumplir las normas o para dar la falsa impresión de una investigación detallada.
Ahora bien, la proporción de los costos del estudio
geotécnico y de la subestructura, son muy bajos con relación al costo total de
la obra, sin embargo, como se encuentra en la ruta crítica del proyecto y
participa en alto grado de la seguridad, cualquier falla en el área de la
geotecnia del proyecto, genera altísimos costos de todo orden y demoras de
tiempo difícilmente recuperables.
Dice Brierley[1]:
“Para ser francos, la mayoría de las condiciones del subsuelo no son tan complejas. La mayoría de los proyectos no tienen una gran cantidad de trabajo subterráneo, comparado con todo el conjunto de los componentes del proyecto, y gran parte de los constructores están familiarizados con las condiciones del subsuelo en su área de trabajo, para evitar mayores desastres. Por lo tanto, la mayoría de los participantes son capaces de obtener lo que ellos desean de un proceso, sin poner una gran cantidad de dedicación a cómo es la mejor manera de manejar los aspectos subterráneos del trabajo.
Claramente, hay una necesidad de reorganizar desde el primer momento del trabajo, aquellos tipos de proyectos que requieren un mayor cuidado en su relación con el subsuelo y definir aquellos en donde se requiere ampliar la investigación. Por lo tanto, los propietarios de los proyectos deben reconocer que hay ciertos tipos de proyectos que simplemente claman por que se haga una investigación más detallada de determinada parte del subsuelo.”
[1] Brierley G. S. Subsurface investigations and geothecnical report preparation. In Subsurface Conditions. Risk Management for Design and Construction Management Profesionals (Hatem D. J. (ed.)). Wiley, New York, 1998, ch. 3, ISBN0 471 15607 8.
La tendencia actual, se orienta a un conocimiento lo más ajustado posible de las características del subsuelo, con sondeos suficientemente profundos y ensayos directos de campo.
Los ensayos de laboratorio, si bien continúan siendo un apoyo importante en la evaluación de las propiedades mecánicas, las verificaciones directas en el sitio, constituyen la prueba más ajustada a las condiciones reales, especialmente si se trata de suelos de comportamiento complejo como los derivado de coluviones (derrumbes geológicos) y contactos de roca, que no siguen las leyes clásicas de la mecánica de suelos (ensayos de carga sobre fundaciones a escala natural, terraplenes y cortes de prueba, ensayos de campo etc.).
Hay que tener presente, que los ensayos de laboratorio rara vez pueden representar fielmente el comportamiento del suelo en el sitio, pues se hacen sobre muestras que, desde su obtención, se alteran las condiciones del suelo en el sitio, además, las muestras se afectan con su obtención, manipulación, vibración en el transporte, etc. aunque en el laboratorio se traten de reproducir las condiciones de campo en la que fueron obtenidas, en el fondo, son muestras parcialmente alteradas.
Otro aspecto importante para considerar, son las variaciones en las propiedades del suelo dependiendo de origen y formación, las variaciones de humedad que afectan la resistencia y su compresibilidad. Esas propiedades varían horizontal y verticalmente.
El éxito de una investigación geotécnica debe enfocarse hacia:
Qué se puede ser previsible, en lugar de qué se encontró en el terreno.
Manejo de los riesgos
¿Qué es el Riesgo?
Riesgo se puede definir como la posibilidad de peligro, pérdidas económicas o humanas, heridos o cualquier otra consecuencia adversa para un proyecto, entidad o persona. Para que exista un riesgo, es necesario que concurran dos elementos: Amenaza y Vulnerabilidad.
Amenaza. Es algo con el potencial de hacer daño. Por ejemplo, un sismo, una lluvia intensa, una inundación, un huracán, un suelo geológicamente inestable, un talud vecino inestable, un funcionario incompetente, un terrorista, etc. También podría incluirse dentro de las amenazas, una investigación del subsuelo insuficiente o mal orientada.
Vulnerabilidad. Son todos los factores que determinan como la probabilidad de que un peligro pueda tener consecuencias desfavorables. La vulnerabilidad se puede disminuir frente a las amenazas, por ejemplo, con una construcción cuidadosa, con un buen diseño sismo-resistente, un sistema eficiente de evacuación rápida de aguas lluvias, una estructura de defensa para el control de inundaciones, unas medidas de contención o estabilización del suelo, un buen sistema de seguridad, etc.
En la nueva versión del código, se plantea introducir un capítulo sobre identificación de amenazas y procedimientos propuestos para reducir su vulnerabilidad.
El riesgo resulta de la combinación de amenaza y vulnerabilidad y podría definirse como: el resultado de la vulnerabilidad a las amenazas. En otras palabras, la amenaza siempre está latente, definida por las autoridades, la tradición, la experiencia, etc., mientras que la vulnerabilidad es la defensa que puede tomar la obra contra su ocurrencia. Por considerar este concepto muy importante de memorizar lo repetimos:
Riesgo: Resultado de la Vulnerabilidad a las Amenazas
“El riesgo puede ser manejado, minimizado, compartido, transferido o aceptado, pero en ningún caso puede ser ignorado”.[1]
El riesgo en Geotecnia
La construcción de por sí se considera una actividad riesgosa en todos los campos. Una de las principales fuentes de riesgo para un proyecto está en las actividades para la adecuación del terreno y la construcción de la subestructura (excavaciones y fundaciones), y que presentan dos tipos de riesgo: interno y externo.
El riesgo interno está originado en las características propias del suelo, en las limitaciones propias de la exploración, en la mentalidad del diseño y en la incertidumbre en los procedimientos de cálculo, además de la responsabilidad y compromiso o preparación de los ejecutantes de la obra.
El riesgo externo corresponde a los daños que la obra pueda causar a construcciones o instalaciones vecinas, como hundimientos o deslizamientos, y la posibilidad de verse afectada por fenómenos totalmente externos como excavaciones vecinas, inundaciones, deslizamiento de predios adyacentes sobre la obra etc. Estas contingencias se pueden prever al investigar las amenazas del sitio, en el estudio previo del terreno.
Manejo del Riesgo
En estas condiciones se requiera un manejo consciente de los riesgos en la obra.
Muchas profesiones usan rutinariamente la técnica del manejo sistemático del riesgo. El incremento del número de publicaciones en esta área atestigua el incremento del uso de los procedimientos de manejo del riesgo en construcción. Un sistema de manejo de riesgo utilizará típicamente las siguientes técnicas:
- Conocer los riesgos: Se deben identificar las amenazas, para evaluar los riesgos, estimar la probabilidad de ocurrencia y evaluar sus consecuencias.
- Manejo del riesgo: una vez identificados los riesgos, se deben direccionar para eliminar o reducir su impacto (definir los responsables del riesgo y como se va a manejar).
- Análisis del modelo de riesgo: por medio de programas de computador se pueden predecir los resultados bajo varias condiciones.
En el manejo del riesgo geotécnico el primer paso y el más importante, es la identificación de amenazas y de los riesgos asociados. Más que utilizar los datos o predecir las posibles condiciones del subsuelo, el propósito es especular acerca de que condiciones desfavorables se puedan encontrar, y usar la experiencia para clasificar los riesgos que se deban enfrentar, con el fin de tener una relativa seguridad durante la construcción.
La identificación de las amenazas es por lo tanto el punto de partida para un análisis efectivo del riesgo geotécnico.
[1] Latham m. Constructing the Team. Final report of the government/industry review of procurement and contractual arrangements in the construction industry. HMSO, London, 1994.
Conclusiones
1. Desde el Punto de Vista del Ejercicio de la Geotecnia
- Existe una relación directa y proporcional entre el detalle de la investigación del subsuelo y los imprevistos constructivos.
- No se debe realizar una investigación rutinaria o para cumplir estrictamente con la normativa vigente. La investigación debe orientarse a determinar los posibles mecanismos de falla, y no limitarse a emitir unas recomendaciones con base en los resultados de una exploración mínima para cumplir la norma.
- El objetivo de un ingeniero geotécnico es investigar qué puede ser previsible, en lugar de qué se encontró.
- En cuanto sea posible, realizar ensayos a escala natural de las obras geotécnicas, tales como ensayos de carga, pilotes de prueba, terraplenes, cortes de prueba, etc.
- Es fundamental para el éxito de un proyecto, realizar el acompañamiento geotécnico en todo el desarrollo, desde la planeación del proyecto, la ejecución del estudio y luego durante la construcción.
2. Desde el Punto de vista del Riesgo
Aquellos que están involucrados en la construcción, deberían tener presente:
- Aceptar que las condiciones del terreno siempre tendrán, en mayor o menor grado, incertidumbres y por lo tanto siempre se tendrán riesgos en el proceso constructivo.
- Introducir el factor geotécnico, en el manejo de los sistemas de riesgos.
- Identificar los peligros o amenazas geotécnicas al principio desde la planeación del proyecto y planear una investigación por etapas, adecuando la exploración del subsuelo, a las condiciones del proyecto y las características de la formación geológico-geotécnica en la que se encuentra.
- Estimar la probabilidad que un riesgo identificado pueda ocurrir, estimar las consecuencias y su impacto, si él ocurre,
- Clasificación de riesgos y categorías en términos de las acciones requeridas, direccionando las acciones hacia los responsables desde antes de iniciar la obra.
- No olvidar que, si un error se puede cometer en una obra, con seguridad se comete.
3. Desde el Punto de Vista de los Constructores
- En el futuro es improbable que muchos clientes estén dispuestos a aceptar responsabilidades por ‘condiciones imprevistas en el subsuelo’. Los diseños deberían ser lo suficientemente robustos para aceptar el rango completo de variaciones esperadas en el subsuelo. Esto significa que se requiere más dosis de supervisión y usar el método observacional.[1]
- Se deben invertir las cantidades necesarias de dinero en una investigación juiciosa del subsuelo, orientada a determinar los posibles mecanismos de falla.
- Se debe convenir con anterioridad y claridad, la relación y alcance de los compromisos del ingeniero de suelos con la obra, su remuneración. Informar al personal de la obra de cual es la modalidad y alcance de la participación del ingeniero de suelos.
- Para determinadas actividades en la obra, es más conveniente delegar la totalidad a subcontratistas especializados con la modalidad “llave en mano” para concentrar las responsabilidades y evitar su dispersión en caso de algún problema.
- Es necesario enterar a las compañías de seguros, sobre el alcance de los riesgos y estar suficientemente informados de las posibles invalidaciones o exclusiones de las pólizas (letra menuda), para que, en el caso de ocurrir algún siniestro, tenga la cobertura necesaria, esa información sobre el estado de la obra, se debe mantener activa durante la construcción. No olvidar que la Compañía de Seguros es el socio más importante de un proyecto.
- Mantener una actitud permanente de mejoramiento o capacitación del personal vinculado a una obra, haciendo especial énfasis en la responsabilidad que existe detrás de todas las actividades de la construcción por pequeñas que ellas sean.
[1] Nicholson D., Tse C. –M. and Penny C. The Observational Method in Ground Engineering: Principles and Applications. CIRIA, 1999, CIRIA Report R185, ISBN 086017 497 2, 214 pp.